¡ESTRÉS BUENO, ESTRÉS MALO!
- Tony Guerra
- 26 oct 2017
- 3 Min. de lectura
Es indudable que estamos viviendo en una era de mucho peligro. Entre los muchos casos de extrema violencia, guerras, desastres naturales, y la gran cantidad de familias disfuncionales, el ser humano tiene que superar situaciones peligrosas casi desde su nacimiento. Para ayudarlo, la naturaleza nos ha provisto de un aliado interno: ¡EL ESTRÉS!
El estrés nos ayuda a tener una respuesta rápida y eficaz, subconsciente e instintiva, desarrollada para facilitar la supervivencia frente a determinados peligros o situaciones. Es decir, es una respuesta de carácter fisiológico que ante un agente de estrés externo o interno produce una segregación de hormonas que genera respuestas en diversas partes del organismo.
Tim Ferriss, en su libro La semana laboral de 4 horas habla de dos tipos de estrés. El distrés es un estímulo negativo que te hace más débil, más inseguro, puede provocar ansiedad y depresión, y te incapacita para hacer cosas. Sin embargo, el eustrés (eu- es un prefijo griego que significa “bueno”), nos llena la vida de energía y vigor, es el que nos permite superar nuestros límites, reaccionar positivamente ante cualquier tipo de amenaza, y salir de nuestra zona de conforte para crecer y mejorar.

Como las personas somos diferentes, el agente que es capaz de generar distrés en una, puede producir eustrés en otra. Si constantemente el organismo debe realizar un esfuerzo para realizar acciones que habitualmente no lo requieren, el cuerpo se acerca al agotamiento. Es ahí cuando cualquier estímulo externo puede convertirse en un agente estresor, levantándose agotado por las mañanas, y permaneciendo todo el día en ese estado sin poder estar a pleno rendimiento.
Debemos recalcar que el estrés es una respuesta NATURAL, por eso podemos afirmar que el estrés es bueno. Es más, si no tuviéramos esta potente estrategia de afrontamiento, el ser humano como lo conocemos hoy en día no existiría. Si, leíste bien, ¡no existiría! Si cuando aún éramos nómadas y teníamos que cazar nuestra comida, no hubiéramos tenido de manera innata esta respuesta de estrés, cuando hubiéramos visto a un depredador nos habríamos quedado pasmados y mirando a las estrellas. ¿Resultado? Estaríamos siendo el plato principal de cualquier pantera, león o vete tú a saber qué animal anduviera por ahí.
El problema viene cuando nos volvemos sedentarios, cuando ya no tenemos que cazar nuestra comida, sino que nos viene envasada. No tenemos que recorrer grandes distancias andando o corriendo, tenemos coches. No tenemos que preocuparnos de depredadores, sólo de encontrar nuestro teléfono celular. Aquí es donde la respuesta de estrés se vuelve inútil. Sin embargo, nuestro cerebro aún piensa que seguimos corriendo por la sabana y que en cualquier momento nos va a asaltar un tigre. Pero como eso no va a ocurrir, nuestro cerebro interpreta estrés en tareas cotidianas que nos supone enfrentarnos a situaciones difíciles.
Tomemos como ejemplo un examen en el colegio, lo cual es algo que la gran mayoría ha experimentado. Si ante un examen, que no es de vida o muerte, te pones ansioso, tu cuerpo reacciona con estrés. Te tensas, tu corazón se acelera, y tu mente se bloquea. Sin adentrarnos mucho en la neurología del estrés, la hormona cortisol, que es la que genera nuestro cuerpo en situaciones de estrés, se apodera de nuestro organismo, y no sólo sentimos estrés durante el examen, sino desde que sabemos que lo vamos a tener, hasta que el maestro nos da los resultados unos días después.

En resumen, el DISTRÉS es el estrés desagradable que va acompañado de un desorden fisiológico producido por la aceleración de las funciones: hiperactividad, acortamiento muscular, somatizaciones, envejecimiento prematuro…entre otras. Por el contrario, el EUSTRÉS es el estrés positivo que incrementa la vitalidad, la salud y la energía, facilitando la toma de decisiones, para que el cuerpo sea capaz de enfrentarse a diversas situaciones apropiadamente.
10 MANERAS DE CONTROLAR TU NIVEL DE ESTRÉS
El Dr. David Villanueva Lomelí recomienda 10 estrategias para controlar tu nivel de estrés. 1. Administra bien tu tiempo. 2. Has una lista de todas las tareas del día para estar preparado con todo lo que necesitas. 3. Determina tus prioridades. 4. Busca maneras de relajarte. 5. Ante un problema respira profundo varias veces. 6. Haz ejercicio. 7. Duerme lo necesario. 8. Aprende a adaptarte y a estar abierto a distintas posibilidades, las cosas no siempre saldrán como lo planeas. 9. Pasa tiempo con tu familia y tus amigos. 10. Comienza a desestresarte HOY.
Si te interesa saber más de cómo evitar el distrés en tu vida, y aprender estrategias para poder rompre los agentes de estrés antes de que te afecten, y a conocerte mejor a ti mismo y tus reacciones emocionales, para poder disfrutar una vida mas sana y tranquila, te invito a contactarme para que charlemos al respecto.





















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