LA MUERTE: ¿QUÉ TAN PREPARADOS ESTAMOS PARA RECIBIRLA?
- Tony Guerra
- 2 nov 2017
- 4 Min. de lectura
Hoy visité la tumba de mi abuela, quien se nos adelanto al siguiente mundo hace ya algunos años, y no puedo pasar por desapercibida una breve reflexión de lo que la muerte significa para los seres humanos. No sabemos si va a temblar otra vez hoy o mañana, o en cinco años, no sabemos si vamos a tener nuestros trabajos para siempre, o nuestra salud, o si vamos a despertar ciegos o sin poder escuchar la siguiente vez que despertemos. No podemos estar seguros si vamos a poder conservar a nuestros amigos o si nuestra pareja va a dejar de amarnos como queremos que sea siempre. Algunos no estamos seguros de cómo funciona el universo, otros no saben como funciona una computadora y aún otros no están seguros de cómo funciona el motor del auto que manejan. No sabemos tantas cosas...pero de lo que SI podemos estar 100% seguros indudablemente es que un día vamos a morir. Y sin embargo la muerte es algo tan triste que asusta y hace llorar a los más fuertes, y tan inesperada que hace que millones de personas den gracias a Dios cada vez que pueden despertar a un nuevo día.

De todas las circunstancias difíciles de manejar en la vida, una de las más complicadas es el tener que afrontar la muerte, a pesar de que ésta forme parte del ciclo de la vida. El motivo es que nos cuesta hacernos a la idea de lo que implica la muerte, ya sea de nosotros mismos o de una persona cercana. El perder o dejar personas, lugares, cosas, y/o etapas de nuestra vida, aunque sea por voluntad propia, puede generar miedo, nostalgia, tristeza o inseguridad. Muchos psicólogos llaman a este proceso de pérdida “duelo”.
¿Han notado todo los que hacemos los humanos por prolongar nuestra vida lo más que podamos? Visitamos regularmente a un nutriólogo para que les diga cómo alimentarnos bien, nos checamos la salud con un doctor constantemente y obedecemos las medicinas que nos recetan para estar sanos, nos vamos al gym o a algún parque a hacer ejercicio diariamente, nos hemos familiarizado mucho con palabras como vegano o vegetariano en los últimos tiempos, y en todo gastamos muchísimo dinero todo para tener salud y prolongar nuestra vida lo más que podamos.
En un sentido biológico, se puede decir que la muerte es la detención completa y definitiva de las funciones vitales. Pero en un sentido cultural se le ha dado muchos enfoques distintos. A lo largo de su historia, la humanidad ha manifestado una constante y universal preocupación con respecto a la muerte. Se pueden observar diferencias cualitativas en las actitudes de los hombres en relación con la muerte, razón por la cual los ritos y costumbres en torno a la misma varían de unos países a otros o de unas culturas a otras. Estas diferencias en las actitudes pueden influir en la manera con la que las personas afrontan la muerte desde el punto de vista psicológico.
Entre los tibetanos, por ejemplo, su actitud hacia la muerte es sin ningún tabú que generalmente encontramos en Occidente, de manera que aceptan a la muerte con respeto y veneración. Y la existencia de la muerte llega a ser un estimulante para el desarrollo del hombre. Un principio del sistema budista (que impregna la vida de los tibetanos) es el carácter transitorio y el cambio constante del universo entero. Allí, la existencia de la muerte es utilizada como un elemento psicológico indispensable para la consciencia del carácter transitorio de la vida, del cambio de todas las cosas y del valor precioso de este momento mismo del aquí y el ahora. En este sentido, la muerte no es vista como un enemigo que se debe combatir y evitar a toda costa, sino como un aspecto indispensable de la vida.
En otras culturas orientales la actitud hacia la muerte es de respeto y motivo de celebración. En México, por ejemplo, en estos días de los muertos la población toma parte en festividades muy interesantes, donde la muerte es reverenciada y se la representa en actos teatrales, pinturas, esculturas populares, y hasta es celebrada con alegría en los cementerios. Como dijo Octavio Paz, el Mexicano premio Nobel de Literatura: “Nuestro culto a la muerte es culto a la vida”. Los Mexicanos recordamos al fallecido, pero también lo que le gustaba comer, beber y la música que escuchaba entre otras cosas. Por eso en estos días las familias acuden al cementerio con comida y bebida, e incluso uno que otro mariachi. Otros rituales que tenemos los Mexicanos para recordar a los difuntos y honrar a la muerte son los famosos versos escritos sobre el encuentro con la muerte mejor conocidas como “calaveritas”, los dulces típicos de la temporada, y los diferentes términos para referirnos a la muerte...la calaca...la flaca...la tilica...la huesuda, etc. Incluso el artista mexicano José Guadalupe Posada (1852-1913), célebre por sus grabados, hizo de la muerte uno de sus temas recurrentes y la representó como un esqueleto vestido de manera elegante al que conocemos como La Catrina.

Todo ello, sin duda, influye a la hora de adoptar una actitud frente a la muerte. Normalizarla o rendirle culto ayuda a eliminar temores y angustias en relación a la muerte, lo que puede permitir una existencia más satisfactoria. De ahí que muchos consideren esta preparación para la muerte, una preparación para la vida. Sin embargo, aún así, la muerte puede ser un factor muy estresante y las reacciones que cada uno experimenta son totalmente variables y dependen de muchos factores como la edad, la relación con el fallecido, las circunstancias en las que se ha producido la muerte (si ha sido reciente o inesperada), el apoyo de familiares y amigos, el paso del tiempo, la educación o influencia cultural recibida, la capacidad para reanudar la vida cotidiana, etc. Y en estas fechas muchas personas pasan un tiempo muy estresante, triste, y con un sentimiento muy fuerte de incertidumbre con respecto a su futuro, lo cual puede ocasionar otros problemas psicológicos.
Si usted, o alguien que usted conoce, tiene dificultades afrontando el duelo o la idea de la muerte, permítame ayudarle con este proceso psicológico. Permítame guiarle por las diferentes fases del duelo como la negación, el enfado, la indiferencia, la ira, la fase de la negociación, la depresión, hasta llegar a la aceptación y poder continuar con su vida mas equipado emocionalmente para aceptar el evento mas seguro del que podemos estar en nuestra existencia...la llegada de la muerte...la de nuestros seres queridos, y la nuestra.





















Comentarios