MINIMALISTAS: LAS PERSONAS MÁS FELICES DEL MUNDO
- Tony Guerra
- 16 feb 2018
- 4 Min. de lectura
Existe un movimiento en todo el mundo que está mejorando la vida emocional, mental, y espiritual de muchas personas que lo están implementando: ¡EL MINIMALISMO! Es la simple idea de, intencionalmente, deshacerse de ¨cosas¨ que hemos acumulado durante muchos años, y en ocasiones durante toda una vida, con el propósito de enfocarnos en lo que es más importante, las relaciones humanas, la felicidad y el desarrollo personal entre otras.
Nótese el énfasis en la palabra “INTENCIONALMENTE”, es decir, estas no son personas que tuvieron que deshacerse de cosas por ninguna necesidad. Y no son personas que por una situación de pobreza son obligados a vivir modestamente con las cosas más básicas. Sino que son personas que tienen los recursos para vivir en la opulencia y tener muchas cosas que tantas personas desean tener, y sin embargo, toman la decisión consiente de vivir sin esas cosas (o sin tantas cosas).

En realidad, si nos ponemos a pensar, el hombre puede funcionar perfectamente con sólo tres necesidades básicas: COMER, DESCOMER (es decir, ir al baño), y DORMIR. Estas tres son las únicas necesidades sin las cuales no podríamos sobrevivir. Todo los demás es extra…cosas que deseamos o queremos con gran intensidad, pero no son NECESIDADES indispensables para sobrevivir o para ser felices. Exploremos estas tres más a fondo:
COMER – Es evidente que sin los alimentos los seres vivos no pueden sobrevivir. Y no estoy hablando de dietas balanceadas, la pirámide alimenticia, o cualquier otras idea que las gentes tienen de lo que se DEBE comer. Simplemente estoy hablando de alimentos que nuestro cuerpo necesita para poder funcionar apropiadamente.

DESCOMER – Otra manera de decir “ir al baño”, también llamado “hacer nuestras necesidades”. Esta es una muy buena manera de decirlo porque es, en verdad, una necesidad. Imagínense qué le pasaría a una persona que se alimentara pero nunca fuera al baño…simplemente moriría. Además casi todos sabemos que sólo podemos aguantar cierto tiempo antes de que el cuerpo haga lo que tiene que hacer para desalojar lo que no necesitamos…y hasta puede ser que hallamos pasado por alguna situación vergonzosa.

DORMIR – Esta es una necesidad tan indispensable que el cuerpo no nos pide permiso para llevarla a cabo (igual que le necesidad de “descomer”). No importa cuanto podamos durar sin dormir, el cuerpo llega al momento de no aguantar más y nos quedamos dormidos ya sea viendo un programa de TV, en el cine, en la oficina, o desafortunadamente incluso en la carretera al ir manejando. Descansar nuestros cuerpos en indispensable para poder sobrevivir.

Si analizamos bien, todo lo demás que tenemos en la vida como, nuestras casas, coches, incluso ropa (aunque no estoy sugiriendo que nos mudemos todos a la comunidad nudista más cercana), el dinero, la música (ya sé que muchos van a estar en desacuerdo con esta), la lectura, los títulos y las carreras, el empleo, e incluso las relaciones con otras personas…todas estas cosas son excelentes y nos hacen sentir muy bien, pero NO son indispensables para poder sobrevivir o para experimentar la verdadera felicidad.
Esta filosofía la conocían muy bien los antiguos sabios: “La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”, dijo Henry Van Dyke en el siglo XIX. Leon Tolstoi compartía la misma línea de pensamiento: “Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo”. Aunque muchísimos siglos antes Aristóteles ya había dicho: “La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión”.
Hoy, parece que hemos olvidado esa gran sabiduría. Bombardeados constantemente por la publicidad y viviendo en un mundo que produce cada vez más ya que depende de lo que consumamos frenéticamente, hemos dejado que las cosas no solo se apoderen de nuestros hogares sino también de nuestras mentes, arrebatándonos la paz interior para sumergirnos en un estado de búsqueda permanente de lo nuevo, lo más actual, lo más extravagante y lo que más llama la atención de los demás.
Yo siempre he dicho que todas las cosas de las que eres dueño se adueñan de ti. Muchas personas se esfuerzan y se sacrifican por comprar una casa solo para descubrir que tienen que seguir invirtiendo y sacrificándose para mantener esa casa. Tienen que pagar los impuestos anuales, asegurarse que los sistemas de electricidad, plomería, el impermeable del techo, etc., etc., estén funcionando perfectamente para no tener ningún problema. Y es igual con un auto o las otras “cosas” que se adueñan de nosotros y nos causan preocupaciones y desvelos.

Ahora es muy importante aclarar que la práctica del minimalismo NO se centra realmente en las cosas, las cosas son tan solo una excusa para el proceso de transformación que ocurre dentro de nosotros. El objetivo real es liberarnos de las ataduras sociales que nos avocan al consumismo, para sentirnos mejor. Eso significa que no hay que sentirse culpables si encontramos algo que realmente nos encanta, lo compramos y lo guardamos, siempre y cuando disfrutemos verdaderamente de ello y seamos felices con ello.
El objetivo no es cambiar las ataduras del consumismo por las estrictas reglas del minimalismo, sino encontrar un equilibrio entre nuestro bienestar y las cosas, entre lo que realmente necesitamos y disfrutamos y lo que compramos y almacenamos por las exigencias sociales. Y, sobre todo, el objetivo es encontrar ese balance que nos va a permitir experimentar la felicidad verdadera sin importar lo que tenemos, o cuánto tenemos.
En conclusión podemos afirmar que la felicidad no está en las pertenencias sino en las experiencias. La felicidad no se debe buscar fuera sino dentro de nosotros. Cada vez más personas están haciendo suyo este mensaje, abrazando el minimalismo y llevando una vida frugal, que no está basada en los objetos y las posesiones sino en el deseo de tener espacio, tanto físico como mental y espiritual para poder vivir las experiencias que deseamos.
Si tu o alguien que conoces está interesado en conocer más sobre el minimalismo y cómo incorporarlo en tu vida, no dudes en contactarme para que charlemos. Mándame un mensaje para que te mande 10 consejos prácticos para abrazar un estilo de vida más minimalista.





















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