MADRE QUE DEJÓ SÓLA A SU HIJA EN EL AUTO QUIZÁ NO DEBA SER LINCHADA
- Tony Guerra
- 26 mar 2018
- 6 Min. de lectura
*Puebla, Pue. -- Una madre dejó a su bebé adentro del auto por casi dos horas mientras desayunaba con sus amigas.
*Dallas-Fort Worth, USA -- Dos niños pequeños murieron por exceso de calor al quedar encerrados dentro de un automóvil en la comunidad de Weatherford, al oeste de la zona metropolitana de Dallas-Fort Worth.
*Cincinnati, Ohio, USA – Niña de 11 meses muere después de que su madre la dejara en su auto por 7 horas mientras ella trabajaba en la oficina.
Estas son tan solo tres historias de horror de las muchas que se viven cada año y que causan problemas serios o incluso la muerte a cientos de niños. La mayoría de nosotros, que nos consideramos padres responsables, creemos firmemente que seríamos incapaces de cometer un error tan espantoso…lo mismo pensaron los padres en las historias mencionadas.
En las últimas dos décadas, el número de víctimas que murieron adentro de un auto caliente ha variado de 29 a 49 muertes cada año. Aproximadamente el 20 por ciento fueron dejados en el automóvil por uno de los padres que, por ejemplo, pensó que podía hacer un mandado "rápido" y salió a encontrar a su hijo muerto. Cerca del 30 por ciento de las víctimas entraron en el automóvil sin que sus padres se dieran cuenta y no pudieran salir. El 52 por ciento fueron dejados en el automóvil accidentalmente. Y más de la mitad eran menores de 2 años.
Un niño corre mayor riesgo que un adulto en un automóvil caliente. Esto se debe a que un cuerpo pequeño se calienta de tres a cinco veces más rápido que el de un adulto en las mismas circunstancias. "Nuestro sistema de enfriamiento interno – es decir, sudar - no es tan efectivo en niños como en adultos porque un adulto tiene más piel a través de la cual el sudor puede evaporarse para enfriar el cuerpo", explica Kate Carr, directora ejecutiva de Safe Kids Worldwide, una organización global dedicada a prevenir lesiones infantiles.
LA PEOR PESADILLA PARA CUALQUIER PADRE O MADRE
Para las madres y padres que involuntariamente han dejado a su hijo en un automóvil, las consecuencias no podrían ser peores: En primer lugar, su hijo murió. En segundo lugar, ellos lo causaron. Y en tercer lugar, es una tragedia completamente prevenible.

Cabe mencionar que hay una gran diferencia entre los padres que piensan que pueden hacer un mandado en tan sólo uno minutos y dejan, conscientemente, a sus hijos adentro del auto. Y aquellos que lo hacen INVOLUNTARIAMENTE o por accidente. La #Madredelaño se puede ver en el vídeo aterrorizada y avergonzada de haber dejado a su bebé en el auto, y un reportaje incluso mencionó que ella se veía en shock. La pregunta inevitable es, ¿Cómo puede pasar esto involuntariamente? A continuación propongo una posible explicación sin la intención de excusar a ningún padre quien cometa este error, sino más bien para explicar cómo el cerebro humano funciona.
¿CÓMO OCURRE LA TRAGEDIA?
Según las investigaciones de estos casos, la mayoría de los niños en esa situación se habían quedado dormidos, por lo que no había algún sonido que le recordara a los padres que los tenían que sacar. Y si un bebé estaba en un asiento para bebé, orientado hacia atrás en el asiento trasero (lo cuál fue el caso de #Madredelaño), tampoco hubo una indicación visual: la cabeza del bebé podría no haber sido visible en la parte superior del asiento.

Este es un problema relativamente nuevo. Antes de principios de la década de los 90, a los niños se les colocaba habitualmente en el asiento delantero, donde era obvio que estaban en el automóvil. De hecho, de 1990 a 1992 solo hubo 11 muertes conocidas de niños por insolación después de haber sido dejados en un automóvil. Después de eso, los asientos de seguridad se movieron hacia atrás. Fue entonces cuando las bolsas de aire se hicieron comunes y los niños que viajaban en el asiento delantero sufrieron muchos accidentes e incluso murieron por las bolsas de aire. Desde el 2003 no ha muerto ni un solo niño debido a una bolsa de aire, pero al menos 110 niños murieron por insolación entre 2011 y 2013, diez veces más que en la década anterior. Entonces, aunque los niños están más seguros en los autos de una manera, corren más riesgo de otra.
Pero ese no es el único factor en las muertes por insolación, y los expertos en seguridad enfatizan que el asiento trasero sigue siendo el lugar más seguro para los niños. Otro colaborador importante, uno que es más difícil de comprender, se relaciona con EL CEREBRO. "Estos no siempre son padres negligentes que han olvidado a sus hijos", dice David Diamond, Ph.D., un neuro-científico del Departamento de Psicología de la Universidad del Sur de la Florida, en Tampa, quien ha revisado los detalles de muchas muertes de niños en autos calientes y ha pasado tiempo con docenas de padres que involuntariamente dejaron a su hijo en el automóvil.
Entender lo que hicieron, dice, requiere comprender cómo funcionan dos partes del cerebro muy diferentes. En primera instancia están los ganglios basales, el "sistema de fondo" que controla nuestros hábitos. "Nos permite hacer cosas sin pensar en ellas", dice el Dr. Diamond. Cuando estás entrenando en deportes, por ejemplo, repites una acción una y otra vez para afinar tus habilidades. Cuando llega la hora de competir, la acción es automática. "Tus ganglios basales toman el control y no tienes que pensar en cómo rebotar o patear la pelota".

Luego están las partes del cerebro que controlan nueva información: la corteza prefrontal y el hipocampo. Los ganglios basales y la corteza prefrontal esencialmente compiten entre sí. Cuando cambias tu rutina y haces algo diferente, los nuevos detalles deben ser procesados por el hipocampo y la corteza prefrontal para anular el fuerte deseo de los ganglios basales de realizar acciones por hábito.

Por ejemplo, los ganglios basales juegan un papel importante en el proceso de conducir. "Una vez que hemos conducido de Punto A a Punto B suficientes veces, se forma el hábito y podemos hacer el viaje casi sin pensarlo", dice el Dr. Diamond. "Muchas veces puede que ni siquiera recordemos el viaje". Si nos llega al cerebro información nueva (por ejemplo, nuestra pareja llama para pedirnos que nos detengamos en la tienda a comprar leche), la corteza prefrontal y el hipocampo deben ponerse en marcha para incorporar esa nueva información. "Pero es común que pasemos por la tienda y seguir conduciendo a casa sin arar. Cuando nuestra pareja dice: '¿Dónde está la leche?' nos sentimos aturdidos porque recordamos la conversación, pero por alguna razón se nos olvidó". ¿Por qué? Porque estábamos en piloto automático. "Los ganglios basales en realidad suprimen a la corteza prefrontal y el hipocampo para no llevar esa memoria a nuestra conciencia", explica el Dr. Diamond.
Bueno pero alguien puede decir que una cosa es olvidar un galón de leche y otra muy distinta es olvidar a un niño....¿no es así?. Como padre, simpatizo con ese punto de vista. Pero como científico conocedor de la manera que el cerebro funciona, sé que existe mucha evidencia de que los ganglios basales pueden suprimir todo tipo de recuerdos, incluso los que son más importantes para nosotros. Y existen otros factores importantes.
El estrés, por ejemplo, empeora este fenómeno en gran manera. El Dr. Diamond explica que el estrés "Afecta la forma en que funciona nuestra corteza prefrontal y hace que sea más probable que hagamos algo por costumbre". Y esos factores, en última instancia, son lo que permiten que los padres responsables dejen a sus hijos en un automóvil. En cada muerte de auto que el Dr. Diamond ha estudiado, algo fue diferente sobre la rutina de los responsables ese día. En las historias mencionadas arriba, la investigación encontró que la madre que dejó a su hija 7 horas en su auto tuvo que hacer dos paradas en lugar de la habitual que hacía con la niñera y estaba estresada. En otros casos, el papá condujo al bebé en lugar de la mamá o hubo algún otro estrés adicional. Y los ganglios basales ganaron el control.
Cuando vemos estas tragedias bajo la luz de las funciones de las partes del cerebro que hemos mencionado, cada vez los padres se ven más humanos y menos monstruos que “a propósito” son negligentes con sus hijos. Esto nos enseña otra lección muy grande: No es bueno juzgar demasiado rápido lo que pasa en relación al cuidado de los hijos (o cualquier otra cosa), ni pensar que nunca nos puede pasar a nosotros, sino es mejor investigar a fondo cada situación y ser más comprensivos y apoyarnos unos a otros para ser mejores seres humanos. Estoy seguro que en la situación de la #Madredelaño hay muchas cosas que considerar antes de que la linchen…espero que la reputación adquirida no le causen más problemas.
Si tu o alguien que conoces tiene dificultad con la crianza de los hijos o han cometido algunos errores de los que aún se sienten culpables y como si fueran malos padres, no dudes en comunicarte conmigo para que charlemos. Existen muchas maneras de mejorarnos como padres para proveer el mejor ambiente para las personas más importantes del hogar...nuestros hijos.





















Comentarios